Y me perdí mil veces en su tierna mirada y otras mil veces en el calor de sus labios. Perdí todo ápice de noción, fue uno de esos momentos en que el universo entero se concentró en sus manos, y en lo que hacia con las mías. Fue uno de esos momentos en que olvide que el mundo giraba, en que mi Corazon latía… Fue sólo hace un par de besos que comprendí que puse todo mi mundo a sus pies.
Eduardo Horta G’
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